Con el nombre mallorquina se conoce a ciertos elementos ornamentales íntimamente relacionados con las ventanas. No sólo tienen funcionen decorativas, sino que también sirven como protección contra la intemperie y el sol. Asimismo, son efectivas a la hora de resguardar las viviendas en contra de robos, así como también resultan muy buenas en lo que respecta a la seguridad visual y acústica.
En esta ocasión, trataremos especialmente sobre la diversidad de formas y clases de mallorquinas que se pueden encontrar, con el objetivo de que los interesados al respecto puedan ponerse al tanto. También describiremos sus principales ventajas y por qué son tan demandadas en la actualidad.
Antes que nada, es importante señalar que las mallorquinas traen consigo numerosos beneficios.
En primer lugar, estos elementos vienen en diferentes modelos e incluso se pueden encargar para que se fabriquen de formas especiales.
También existe una gran variedad de lamas y paneles, los cuales están destinados a satisfacer las necesidades estéticas y particulares de cada individuo.
Por otro lado, no podemos dejar de hacer hincapié nuevamente en una de las principales funciones de las mallorquinas, estrechamente relacionada con la protección.
Estos elementos se caracterizan por estar elaborados con superficies sumamente resistentes, las cuales soportan diferentes condiciones climáticas que se dan en la intemperie. Además, para darle un toque mucho más personalizado a tu hogar, puedes elegir mallorquinas de numerosos diseños y colores.
Cabe mencionar que los procedimientos de carácter sistemáticos vinculados con la fijación de las mallorquinas aseguran montajes totalment especializados.
En lo que respecta a las formas de las mallorquinas, éstas se pueden adquirir tanto redondas como oblicuas. Dentro del formato en cuestión, estos elementos pueden variar: algunas son totalmente redondas, otras más ovaladas y otras del todo puntiagudas.
Si de tipos hablamos, hay dos categorías que vale la pena resaltar: las de hoja mallorquina y las de hoja abatible. Además de esto, hay mallorquinas abiertas, cerradas u orientables, así como también se pueden encontrar las correderas, las practicables o las de acordeón (mejor conocidas como plegables).
Hoy en día existe una gran demanda de mallorquinas. Esto es así por el simple hecho de que se constituyen como productos con numerosas aplicaciones y atributos.
Estos son algunos de sus beneficios y usos principales: contribuyen para decorar la fachada, sirven para definir el estilo del resto de la casa, brindan protección a la vivienda de diversas condiciones relacionadas con el clima, ayudan a regular la cantidad de luz que ingresa a las habitaciones, proporcionan intimidad ya que limitan la visión del interior que tienen las personas en el exterior, cuando se cierran correctamente son muy eficientes para dar seguridad contra robos y refuerzan el aislamiento, tanto acústico como térmico.